Cambiar sin medir es un juego de azar. Sin embargo, muchos cambios organizacionales se inician sin pensar previamente en cómo se determina su éxito. ¿El resultado? Bonitas trayectorias sin pruebas de impacto. Con la medición y el análisis de impacto de Deepler, hacemos que el cambio sea medible, de una manera que convenza, guíe y ajuste.
Cada intervención, desde la capacitación en liderazgo hasta un programa cultural, apunta a un cambio en el comportamiento, la experiencia o la colaboración. Sin embargo, si no se mide, solo queda adivinar si realmente funciona. Y si no se demuestra su eficacia, será difícil fundamentar las medidas de seguimiento, las inversiones o las garantías. Por eso, Deepler integra las mediciones de los efectos en el centro de cada proceso de cambio.
Nuestro método es único: combinamos la percepción de los empleados sobre intervenciones específicas con el desarrollo de temas relacionados para medir el efecto real en el contexto de su organización.
Las mediciones del efecto en Deepler se basan en el análisis de correlación. Al inicio de la intervención, elaboramos tres métricas que capturan la experiencia de la intervención (por ejemplo, un proceso de equipo o una sesión de liderazgo). Luego, utilizando la encuesta regular de Deepler, medimos si hay mejoras en el tema asociado, como la cooperación, la confianza o la carga de trabajo.
Cuando un aumento del tema coincide con una percepción positiva de la intervención, se produce una fuerte correlación. Esto demuestra que esta intervención tiene un impacto.
La medición del impacto es más que datos. También es contar historias. Por eso vinculamos cada resultado a un análisis de impacto claro: ¿qué vemos en las cifras, qué subgrupos reaccionan de manera diferente y qué podemos aprender de esto? Así es como traducimos las cifras en información en la que la dirección o el departamento de RRHH puedan centrarse de inmediato.
Nuestros informes son compactos, visuales y están provistos de una perspectiva de acción. No solo muestran si algo funciona, sino también para quién, por qué y dónde es necesario realizar los ajustes.
La medición del efecto también es clave para garantizar la seguridad. Al organizar los momentos de medición de forma cíclica, se crea un ritmo de reflexión y ajuste. De esta manera, el aprendizaje se convierte en una parte integral del cambio. Además, ayuda a las organizaciones a mostrar lo que funciona, interna y externamente, por ejemplo, a las partes interesadas, a los quirófano o a los inversores.
Deepler no solo ofrece herramientas, sino también orientación para preparar buenas mediciones, interpretar las correlaciones y presentar los resultados.
Con la medición de efectos y el análisis de impacto, puede profesionalizar los procesos de cambio. Haces que las suposiciones sean comprobables, creas apoyo con pruebas y aumentas tu fortaleza estratégica. Esto demuestra que el cambio no solo es deseable, sino que también funciona.